Ya habían pasado 4 horas desde que me había encontrado el cuerpo inanimado de una joven en la ducha de mi baño, sentado en el mueble del comedor intento recordar, ¿Donde la conocí?, ¿Cómo se llama?, pero no encuentro nada que la relacione con mi memoria, no encuentro documentos de identidad, ni el resto de su ropa, es como si hubiera aparecido de la nada, note que su cuerpo no presentaba ningún golpe, ni rastros de sangre, todo parece indicar que una sobredosis fue la causante de su muerte.
Después de mucho pensar decidí deshacerme del cuerpo, no dejare que un incidente de estos arruine mi vida, con solo mirar la mesa debo de dar muchas explicaciones, de las cuales no tengo respuesta y si una sobredosis fue la causante de su muerte, no tengo ningún sentido de culpa. Sus manos atadas y la mordaza no cuadran como coartada en una escena del crimen, pero esa pequeña duda moral, ya la resolveré con el tiempo, por ahora me enfocaré en deshacerme del cuerpo.
Me vestí con las primeras prendas que encontré saque el cuerpo de la ducha y lo envolví en unas sábanas de color azul violeta, bajé por el carrito de mercado del edificio, monté el cuerpo en él y al bajar la tarde, llevé el cuerpo al carro; al descargar el cuerpo dentro del baúl advertí que éste había cambiado su peso, era un poco mas liviano que en el apartamento; bajé la tapa del baúl y me invadió la ansiedad, tenia muchas ganas de gritar, pero me contuve, no quería llamar la atención, observé detalladamente el carrito de mercado para estar seguro de no haber dejado ningún rastro que me delatara, abrí la puerta de mi carro, me subí, lo encendí y salí del edificio.
Cuando tome la carretera y comencé a salir de la ciudad percibí que cada vez que avanzaba habían menos luces en la carretera, sólo las luces de mi carro la iluminaban, convirtiéndola en un túnel sin final donde el tiempo y el espacio se pierden, como en un eterno dejà vu.
Todo el paisaje se desdibujaba entre sombras de árboles y asfalto, los ruidos del carro empezaron a repetirse y sincronizarse, generando un sonido chamánico, lo cual empezó a generar un efecto en mi mente y a medida que el tiempo pasaba, sentía que me fundía con la carretera sin fin, entrando en un vórtice por consecuencia de mis actos, en el fondo no me sentía culpable de lo sucedido, pero eso no me libraba de las consecuencias de estos.
De una manera extraña y brusca salí del trance, frene el carro, al mirar me dí cuenta que estaba al límite de la carretera, no se cuánto tiempo llevaba conduciendo, pero se que estaba muy lejos de la ciudad.
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